miércoles, 11 de marzo de 2015

Trastornos sexuales



En primer lugar hay que hacer dos consideraciones:
  • La sexualidad humana es bien distinta a la reproducción humana aunque hay quien piensa que se hace de la misma manera.
  • La parte más importante de nuestro cuerpo para disfrutar del sexo se sitúa por encima de los hombros.
En la actualidad, la relación sexual ya no se asocia necesariamente con la procreación ni con el coito, sino que es un acto de gratificación, comunicación y fuente de placer. La sexualidad es muy amplia e influye en el bienestar y la felicidad del individuo, siendo también un indicador de salud y un factor determinante en el éxito de la pareja.

 Datos de encuestas recientes realizadas en España, pone de manifiesto que más de la mitad de las mujeres (58%) y uno de cada cinco hombre (20%) reconoce no estar satisfecho con su vida sexual. Uno de los principales motivos de malestar e insatisfacción sexual se debe a las disfunciones sexuales y sin embargo sólo una de cada tres personas busca ayuda profesional al respecto. Se trata de un problema lo suficientemente frecuente e importante como para perder el miedo a hablar de él.

La primera cuestión a considerar es "qué es un problema sexual", cuestión nada fácil de resolver dado que no hay un criterio único. Los términos "normal" y "no normal" en sexualidad están cargados de valores y éstos, presentes en la diversidad de grupos humanos, en las variables culturales, en los avances científicos y tecnológicos, cambian a gran velocidad, como tantas otras cosas en nuestra sociedad.

En general, el criterio que nos parece más adecuado para la consideración Problema - No problema en el área sexual es la dimensión Satisfacción - No Satisfacción. Esto quiere decir que una persona tiene un problema sexual cuando sus relaciones, sus necesidades, sus deseos, en resumen su vida sexual, no es gratificante, no está satisfecha con ella. La infidelidad, el malestar, la insatisfacción serán la señal de alarma que nos debería mover a pedir ayuda profesional.

Esto se hace extensivo a la pareja porque el bienestar individual se hace más placentero si se comparte, de manera que nuestra propia satisfacción sexual se vería afectada negativamente por la ausencia de una gratificación similar en la persona con la que compartimos tantas otras cosas.

El origen de las disfunciones sexuales se debe a múltiples factores tales como falta de información, expectativas erróneas, problemas de pareja, falta de confianza y comunicación, ansiedad, miedos, depresión, factores físicos, etc.

Vamos a exponer a continuación una clasificación de los trastornos sexuales más frecuentes en la clínica:

1. Trastornos del deseo sexual
  • Deseo sexual hipoactivo (bajo deseo sexual)
  • Trastorno por aversión al sexo: se rechaza cualquier contacto o cualquier actividad relacionada con el sexo.
2. Trastorno de excitación sexual
  • Trastorno de la excitación sexual en la mujer: la antiguamente llamada frigidez y que consiste en la falta de respuesta adecuada ante un estímulo sexual.
  • Trastorno de la erección en el hombre: la mal llamada impotencia, que actualmente describimos como disfunción eréctil.
3. Trastorno del orgasmo
  • Trastorno orgásmico femenino femenino: imposibilidad para conseguir el orgasmo.
  • Trastorno orgásmico masculino: por ejemplo la eyaculación retardada, que se trata de un exceso de control involuntario sobre el reflejo eyaculatorio.
  • Eyaculoz precoz: falta de control voluntario sobre el reflejo eyaculatorio.
4. Trastornos sexuales por dolor
  • Dispareunia: dolor durante la actividad o la relación sexual.
  • Vaginismo: dificultad o imposibilidad de penetración por espasmo de los músculos vaginales que guardan la entrada.
5. Trastorno sexual debido a una enfermedad médica.

6. Parafilias:
  • Exhibicionismo 
  • Fetichismo 
  • Froteurismo 
  • Pedofilia 
  • Masoquismo sexual 
  • Sadismo sexual 
  • Fetichismo travestista 
  • Voyeurismo
7. Trastorno de la identidad sexual en la niñez, en la adolescencia o en la vida adulta.